El avance de la tecnología GPS está preparada para mejorar significativamente las capacidades de los vehículos autónomos. Se espera que las mejoras futuras se centren en la precisión y confiabilidad del GPS, con sistemas GNSS de múltiples constelaciones que lideran el camino.
La dependencia de la tecnología GPS en el desarrollo de vehículos autónomos plantea varios desafíos que pueden socavar la eficacia de los sistemas de navegación. Un problema importante es la degradación de la señal, particularmente en entornos urbanos donde los edificios altos crean "cañones urbanos". Estas estructuras pueden bloquear y reflejar señales GPS, lo que lleva a información de posicionamiento inexacta.
El avance de la tecnología de vehículos autónomos se basa significativamente en las capacidades del sistema GPS Protrack, que proporciona datos críticos para la navegación y el mapeo. GPS trabaja en concierto con otras tecnologías, como los sistemas de información geográfica (SIG) y los sistemas de navegación inercial, creando un marco robusto para el posicionamiento de vehículos y la planificación de rutas.
Los vehículos autónomos son una innovación transformadora en el sector de transporte, definido como vehículos capaces de navegar y realizar tareas de manejo con una intervención humana mínima o nula. Estos vehículos se clasifican en varios niveles de automatización, que van desde el nivel 0, que requiere control humano completo, hasta el nivel 5, donde se logra la autonomía completa en todas las condiciones de conducción.
La seguridad del vehículo es una preocupación primordial para los fabricantes, formuladores de políticas y consumidores. Las características de seguridad tradicionales como los cinturones de seguridad, las airbags y los sistemas de frenado antibloqueo (ABS) han reducido drásticamente las muertes y lesiones en la carretera. Estas tecnologías han establecido un alto punto de referencia de seguridad, protegiendo a los ocupantes de manera más efectiva durante las colisiones y las condiciones de conducción adversas.